El camino hacia la cima es hermoso porque hay muchos verdes, muchos grises, un arcoíris entre las matas de flores, rocas, y un lodazal donde menos te lo esperas; y cuando llegas a lo más alto aparece en el cielo poco a poco el sol y a su par se aclaran las nubes. Cuando lo veo siento la belleza de la visión como un símbolo y abro muchos los brazos por que entiendo que el mundo ha vuelto a nacer.
Esta mañana mientras el sol despuntaba me senté en la grama; repare entonces en una nota en la que antes no me había fijado y me dije: “veamos que trae de nuevo la mañana”; la tome y me dispuse a leerla; estaba algo arrugada pero muy legible y esto era lo que decía:
"Soy el mismo; y, si acaso alguna vez lo hice de veras, hoy estoy aprendiendo de nuevo a vivir.
Soy alguien totalmente distinto a quien fui el año pasado, en estas mismas fechas, cuando la degradación de mi amor propio tomo punto. Hoy me hallo aquí, encantado con mi fiebre, encantado con la vida, sin voces en mi mente que se contradicen y me atacan, sin miedo al porvenir, sin encontrar odiosa mi soledad.
Mi mundo a cambiado, ahora que ya no me pierdo en las mascaras.
Esta calma tiene subidas y bajadas, pero es ahora mi punto de encuentro, mi puerto interior.
Acepto el destino, aunque ocasionalmente lucho contra la ley y como en la tragedia caigo por ir en contra de la ley de los Dioses; pero es mágico este universo, la falta de intuición es perdonada y revivo como espectador asimilando la valiosa enseñanza; he ahí mi propia catarsis.
Me levanto y aplaudo, espero al siguiente drama con expectación y soy entonces los actores, el coro, el público. La lucha del bien y el mal es mi lucha y soy también el alma inocente que la contempla desde el palco.
Cuanto ha cambiado el mundo, ya lo vez, ahora que ya no me pierdo en las mascaras.
Escribo esto porque es tiempo de empezar nuevamente y ya no siento temor alguno, escribo esto porque es medianoche y el nuevo día esta esta aqui, escribo esto porque mi fiebre termina y veo con claridad. Esto que digo es el testimonio de que comprendí que para pasar del día a la noche no nos debe espantar dar pasos dentro de la oscuridad, ni cerrar los ojos; y cuando te internas en las sombras al final solo habrá luz. Yo ahora cierro los ojos y hablo de muerte porque seré otro y el mismo al amanecer por la eternidad; la eternidad que es el descubrimiento de que no existe anverso y reverso”
Cuando termine de leer esto sonreí al sol; una vieja noche había acabado y un hombre había despertado en la inocencia.
Escrito por JAX =)
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