the fool

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07 marzo, 2010

Mi problema de jardinería

Parterre ideal

 I


Durante las oscuras noches en las que comienza la andanzas, el frió, la niebla, el miedo nublan la visión de cuantos recorren el sendero del bosque; y es aun menos clara esta caminata para quienes desconocen el porque del viaje, y para quienes han abandonado todo lo anterior sin ninguna comprensión en sus almas. Se asemejan estos a tristes ánimas que encuentren el sentido de su existencia en el afán del grupo, el rumor que escuchó por el camino, la meta, la felicidad.



“Felicidad un poblado que se encuentra tan lejos y se muestra esquivo, pues carteles y señas no nos han permitido encontrar su ubicación, ¡no existe!…” dicen algunos.



Otros han encontrado claras muestras de su paradero y existen historias de algunos que la han encontrado , mas como saber si es la verdadera felicidad y no otro poblado nombrado con ese nombre, y fundado por quienes , impelidos por el sentido gregario, encontraron un atisbo de aquella perfección en su convivencia con otras personas que cultivan el amor en sus jardines y de ello obtienen hermosas flores ; casi, casi, tan semejantes a las que , seguramente , deben crecer libres en los bastos prados de la felicidad , el reino de las flores del amor.



Pero existen también unos pocos seres, los cuales encontraron en aquella búsqueda el sentido de sus vidas, se dieron cuenta que aquellas tierras, las tierras ideales de la felicidad debían de contener todo aquello que obsesionaba a los tristes caminantes, en ella debían de encontrarse todas las respuestas, todas la verdades, todo aquello que se intentaba emular en las pequeñas aldeas, sobre las cuales se cernía el sol iluminador, el atisbo de la perfección. Seria entonces divinidad, dijeron algunos, otros sintieron la cercanía y la conciencia de su paradero con sistemas estructurados de pensamiento racional, tan elaboradas, tan reveladoras, pero finalmente siempre insuficientes; ¿o no lo fueron?

Aquellos caminantes iluminados pronto tuvieron gran cantidad de seguidores, pues todas las almas buscan la luz de quienes tienen conciencia del camino, y siguen con fe ciega aquel camino que parece el correcto.


II



En la pequeña Aldea donde vivía la pequeña Ram también se contaban estas historias ; sus protectores cada uno de distinta manera , le entregaron poco a poco y con infinita paciencia todo el conocimiento que sobre rutas y sendero tenían , así como de flores , y finalmente las herramientas de labranza; pero sin embargo estas no eran como las corrientes , habían sido forjadas por los grandes caminantes iluminados y traídas por los miembros de aquella benéfica comunidad no sin grandes esfuerzos , para cultivar así aquel hermoso jardín que tenían , en el que Ram había vivido , el que había conoció y aprendido amar. Mas cuando le fueron dados aquellos materiales se dio cuenta que tanta belleza podía ser extendida y mejorada, fue entonces cuando reconoció en el sol sobre su cabeza el atisbo de la perfección , y lo contemplo por primera vez con creciente anhelo, anhelo de conocimiento, anhelo de verdad, ella entonces conoció la necesidad de encontrar el camino hacia “Felicidad.”



La belleza deslumbrante de los pequeños parcelas que dentro de su propia aldea logro cultivar , al combinar con criterio propio el uso de sus nuevos materiales le produjo grandes alegrías, soñó desde entonces con recorrer el camino , con su conocimiento podría , ¡ella si podría…! , encontrar lo que buscaban , desde hacia tanto lo tristes caminantes; pues ella se había dado cuenta de algo que algunos parecían ignorar , todas la herramientas forjadas por los grandes peregrinos tenían el mismo fin y sentido , todas ellas llevaban en su esencia la sabiduría , los caminantes como las herramientas conocían cual era el fin de su existencia , aunque pretendían no conocerlo pues era muy obvio, debían caminar hacia la Felicidad , y ¿donde se encontraba el camino?, en aquellos atisbos fulgurantes de sus mentes

la sabiduría que habían adquirido en trotes por el mundo, ya habían caminado muchos los mismos caminos una y otra vez, forjaban herramientas y relataban historias, pero en realidad sabían a donde iban los que habían comprendió las señales del sol, su camino iba por eso iluminado, el sol de su infancia, el de sus corazones ahora, mostraba claro el camino ascendente, había que mirar hacia el cielo.

Eso lo supieron las mentes iluminadas, y esa comprensión, lamentablemente no podía ser transmitida.



Un día Ram se despidió de todos aquellos a quienes amaba, no sin cierta tristeza y miedo por dejar tras de si lo que fue seguro; se pregunto entonces “¿y si esta fuera la autentica felicidad?, ¿no será idealismo y una equivocación mis incipientes teorías sobre la ruta? Los miro entonces con creciente angustia, mientras sus movimientos se veían afectados por la indecisión. Entonces escucho una voz en el grupo, era la voz de todos ellos tal vez , que ahora sonaba como la de uno , “Ve pequeña , claro que conoces el camino, y llega muy lejos…” ; Ram abrió mucho los ojos ante aquello, había comprendido otro misterio mas de la ruta y se pregunto “¿cuanto mas había velado antes sus ojos? , ¿cuanto mas escapaba todavía de su conocimiento?; esa era la razón del viaje todo lo llevaba consigo desde hacia tiempo, tan solo debía reencontrarse con la esencia luminosa que llevaba dentro , sonrió “ ¿Por qué sonara mas fácil de lo que parece?.”




Historia escrita por Jax

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