Le Mat

-Hace mucho que no sentía el estomago hecho un nudo como hoy.
Diablos, diablos, diablos ¿Por qué tenía que meterme en esto? Soy un estúpido pretencioso.


-No te recrimines-me dijo Reny con su acostumbrado tono pausado- ¿era necesario el reto no crees?

Su atención abandono la baraja de cartas que se entretenía en partir y volver a juntar desde hacía un rato y se centro en mi rostro demudado por la angustia.

-Por fin veo en tus ojos la voluntad de salir del agujero; antes solo veía a un arrogante mocoso.

Me sonrió. Como siempre que lo hacía me vino a la mente la sonrisa propia de una anciano de cien años y también la de un bebe de pocos meses.

Cuando yo resultaba observador de sus gestos tan enigmáticos me sentía más lejano del secreto de su serenidad; a lo mejor se trata de una sabiduría inclasificable entre mis conceptos corrientes y que es por lo obscura y maligna santa y bondadosa.

Me quede observándolo en silencio, quería igualar su paz, de veras quería, pero como única respuesta a mi insistencia me sentía hundir más en la desesperación; estoy perdido- me decía- estoy perdido…

Sus ojos parecían un puerto lejano, un mundo utópico e ideal que me era infranqueable y no podía encontrar en ellos una solución práctica , solo la sensación extraña de relatividad , como si mi situación desde su perspectiva no fuese tan complicada como yo me lo figuraba; una gota de agua en el océano tan solo. En lo íntimo yo sabía que era así, y no obstante no me era posible tranquilizarme con la promesa de un ´´ pronto va a pasar, pronto va a solucionarse todo ´´. En ese entonces era demasiado impaciente y además me sentía harto de aquello de lo que siempre había huido.

-Responsabilidades – dijo Reny con severidad paciente, como si siguiese el hilo invisible de mis pensamientos – ahora se te pide que seas un artista y no solo un bufón de medio pelo.

Deposito las cartas y cruzo las manos ceremoniosamente sobre la mesa al lado de la baraja del Tarot.

-Lograste lo que querías- señalo- ya eres parte de un elenco profesional de bailarines porque ellos han encontrado que eres bueno; pero te falta pulir, ya te has percatado, ¿o creías que sería suficiente ser para siempre un aspirante con talento o un principiante prodigioso?; de verdad que ya has tenido bastante de eso durante toda tu vida, además tu mismo me contaste que estabas molesto porque intuías que había algo más que lo que se muestra frente a tus narices; que los aplausos del público de la plaza o los halagos los compañeros con los que andas en tu grupillo, ¿no te has dado cuenta ya que conformarse con eso sería vivir y morir siendo nadie y creer que se es algo?

-Pero…-quise responderle no obstante mi voz se quebró.

-Pero ahora - dijo él, completando mi intento de comunicarme-lo que te duele es vivir sabiendo que no eres nadie habiendo creído que eras algo.

Nos quedamos en silencio, era cierto lo que él decía, ahora me daba cuenta que lo que hasta entonces había sido para mí el éxito completo no era más que un primer paso en el camino; más me asombro aun el creer entonces que mis fuerzas se agotaban con ese único esfuerzo; ¿Es que acaso era tan débil?

Pasee por la habitación con la mirada en el piso; no podía respirar bien y la presión de los sentimientos en mi pecho hacia que la sangre se agolpara en mi sienes.

-Reny voy a renunciar- solté claramente en un hilo de voz angustiada ya al borde de las lagrimas; él no dijo nada concentrado en sus cartas; las había desplegado sobre la mesa aunque tan solo los veintidós arcanos mayores del tarot como me explico luego; lo mire con interés olvidándome un poco del estado depresivo en el que estaba, el me hizo señas para que me acercara a la mesa y tomara asiento.

-Mira estas veintidós imágenes del Tarot de Marsella- me dijo- son dibujos muy inocentes en apariencia pero contienen arquetipos conductas humanas y leyes universales que alguna o algunas sabias conciencias supieron reconocer en lo eterno; las tengo conmigo y las estudio para entender mí ser, pero también porque el conocimiento del ser es el conocimiento del infinito; te mostrare como igualmente tienen algo para ti.

No me esperaba aquello de él; siempre era muy excéntrico, pero que fuese tarotista era algo que no iba mucho con su perfil de intelectual serio que vive en un departamento solitario enterrado en su biblioteca.

-Vas a leerme la suerte Reny?-le dije incrédulo y algo impaciente-de veras no estoy para magias.

Reny visiblemente irritado hizo un gesto burlón y me respondió–Eso no importa, solo te mostrare dos cartas que creo que te van bien ahora. Tomo una de las que estaban desplegadas; la muerte; y me la enseño.

-La muerte no es el final. Toma esta carta, fíjate como las partes de los cuerpos están regadas por el campo, están próximas a una nueva unión y a una nueva forma; así también tú tienes la posibilidad de morir y volver a la vida, pero debes saber que si aceptas este reto y te internas en el no saldrás indemne ; tu angustia es muy profunda porque tu naturaleza lo sabe y teme al cambio; ella sabe que pasadas las dificultades de este trance tu no volverás hacer ya el mismo; pero una vez que has encontrado el reto aunque lo evadas ya tampoco volverás a tu antiguo estado de inconsciencia, te has dirigido a esta carta sin darte cuenta con tu ímpetu de aventurero y ahora ella te persigue. No te asustes; ya te dije que la muerte no es el fin.

-Mira esta otra-dijo-es el Sol. Levanto una carta y me la mostro - el aventurero lo lleva en la frente porque se atreve a ver hacia el cielo y este desafío es recompensado con el conocimiento de una verdadera luz que inunda su espíritu; por eso se agradecido aunque estés en crisis y tengas que esforzarte más para encontrar la salida y volver a la rutina, deja que aparezca esa nueva naturaleza y serás capaz de ver mas allá de las tinieblas que hoy llamas vista. Reny sonrió-Hoy aun eres débil pero el camino de las conquistas te hará más resistente; nunca dejes de pelear porque ese es el sendero del hombre.

-Me veo al espejo y no me reconozco Reny, nunca me había sentido así de insignificante.

-¿Lo eres?

-No - le respondí.

-Es cierto, no lo eres, aunque sí para el paso que vas a dar.

Esa tarde salí de casa de Reny sin una solución ni algo que hiciese más llevadero el abatimiento, a excepción de un extraño fortalecimiento que parecía hallarse en mi pecho y que había acallado a una anterior voz que no dejaba de pedirme renunciar; esta nueva voz me decía “no tengas miedo, no te resistas llevas el sol en la frente y puedes hacerle cara al miedo”. Aun así mucho paso antes de que pudiera entender del todo lo que Reny me había dicho. Algunas de sus palabras o frases venían a mi mente , de tanto en tanto; por ejemplo en ,los momentos en que tenía dudas o cuando ensayaba y aparecía la frustración; por ellas entendí que el sol aparece como el éxito sobre el destino de quien no teme, y que aunque teme continúa y se enfrente al temor; no obstante el costo de el fortalecimiento es dejar lo que crees que es tu ser atrás.

¿No es el destino del agua evaporarse y unirse a las nubes? ; ¿no es el destino de las piedras convertirse en arena y ser esparcidas por el viento?

Es mi destino haber sido una atracción de la plaza y luego transformarme más bien en una de teatro, un icono para el público; en cuanto a lo que seré luego…, luego…; luego creo que invitare a la carta de la muerte nuevamente a que me acompañe en mi camino  esparciendo  mis pedazos por el campo donde germinara una nueva unión y transformación. Y es que no tengo una naturaleza, o tal vez muchas y distintas, pero solo una puedo nombrar como marco de todas las otras; la libertad.

Cambio, nacimiento y muerte; esta es mi libertad; es por eso querido Reny que a pesar de tus sermones siempre seré un bufón bailarín.

Escrito por Jax